Un Camino de formación
La Formación en los Equipos de Nuestra Señora sigue el soplo del Espíritu y ofrece a las parejas una pedagogía (método) que les ayudará a crecer en su vida espiritual, a identificarse con la imagen de Cristo. Las parejas de los Equipos de Nuestra Señora tienen también la responsabilidad de anunciar la Buena Nueva de Jesús a las parejas del mundo entero, para ayudarlas en su caminar hacia la santidad.
Para llevar a cabo correctamente esta misión, los matrimonios deben estar bien preparados a través de una formación sólida y permanente. Los Equipos de Nuestra Señora son conscientes de haber recibido un carisma particular: caminar en pareja hacia la santidad. Así, se comprometen a anunciar las riquezas de este don a los matrimonios que lo deseen.
La Formación, tiene como fin activar este proceso de transmisión permitiendo: el testimonio sobre el carisma del Movimiento:
“Los Equipos de Nuestra Señora son una escuela de formación para los matrimonios, no se trata únicamente de profundizar los conocimientos de nuestra fe, sino de cultivar el discernimiento humano y cristiano poniendo la razón y el corazón en la búsqueda de la coherencia más estricta entre la fe y la vida”. (El Segundo aliento, 1988)
Características
Las características de la Formación en los Equipos de Nuestra Señora son las siguientes:
UNA FORMACIÓN ESPIRITUAL - Toda formación es, ante todo, espiritual. Nuestro camino en los equipos es ante todo espiritual, esto es, como se dijo más arriba, orientado hacia Cristo. Cristo es nuestra meta. Es el centro de nuestra vida. Él es nuestro guía, nuestro pastor.
UNA FORMACIÓN ENCARNADA EN LA REALIDAD - La formación debe cuestionar y ayudar a cada uno a discernir la voluntad de Dios en su matrimonio y en su familia. Esto no será posible con la mera transmisión de contenidos, sino mostrando con el testimonio y la enseñanza cómo la vocación al amor está encarnada en la realidad de nuestra vida.
UNA FORMACIÓN BASADA EN LA EXPERIENCIA - Se trata de un modelo de formación basado en «la experiencia de vida». Esta formación se apoya en la dinámica de la reunión de equipo, en la que los participantes comparten no sólo sus conocimientos, sino también su experiencia. Es, pues, un lugar de renovación de la vida espiritual. El equipo atraviesa diferentes etapas en su crecimiento espiritual, para cada una de las cuales, se le propondrán las ayudas apropiadas.
UNA FORMACIÓN FLEXIBLE Y GRADUAL - La formación debe ser gradual y paciente. Sin perder nada de lo esencial, debe respetar los tiempos necesarios para el progreso de cada matrimonio. Debe adaptarse a las diferentes etapas de la vida de las parejas y de los equipos como también a las diferentes culturas y maneras de expresar la fe.
UNA FORMACIÓN INTERNACIONAL - La formación debe tener una perspectiva de comunión y de unidad en la experiencia de internacionalidad del Movimiento, siguiendo las líneas directrices, con el fin de ayudar a los matrimonios a vivir mejor el carisma y la pedagogía de los Equipos de Nuestra Señora, de manera dinámica, caritativa y fiel.